Blogia

Taller Literario de Salinas

Cuando muera

Cuando muera

Tapa mi cuerpo del frío

Cierra mis ojos sin vida

Y no sufras mi destino

 

Cuando muera

Besa mis labios helados

Para poder irme

Con uno de tus regalos

 

Cuando muera

Quiero ser polvo

Envolverme en tu cuerpo

Para así ser eterna

 

 

Cuando muera

¡Ay! Cuando muera

Lava mi cara manchada

Para que vuelva a ser pura

E irme inmaculada

 

Cuando muera

No llores por mi partida

Velare todos tus sueños

Mientras te dure la vida.

Bordex

Descripción

Descripción

 

 

DESCRIPCIÓN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tierra de secano, de olivos; árboles aislados y recónditos; un almendro florece al comienzo de la primavera.

Flores de múltiples colores cerrando el camino, salen al encuentro de verbos ardientes. Ovejas que pastan el verde de los campos, tranquilo y seguro. Olores en el aire a frescura y libertad. A lo lejos, un cielo brumoso cubre las montañas, esas montañas que parecen proteger el entorno; donde solo el sonido de las aves rompe el silencio de este cuadro aun por pintar. Está situado de una forma perfecta. Desde lo más alto, mirando al horizonte, el cielo  parece converger con  la tierra, dándole ese color azul que se confunde con el mar; este, lo compensa un hermoso río de aguas puras y limpias, donde las truchas saltan a su antojo. Una cabaña situada entre la arboleda, dan al paisaje ese toque de candor.

El olor, el sabor, el sonido, el color, todo ello y mucho más, se entremezcla en este rincón, perdido en el mapa, y donde la paz, sustituye a la locura.

 

 

 

Bordex

DE NUEVO ASTURIAS

                                           

 

Impresionante, esa es la palabra que te viene a los labios, maravillosa la sensación de estar tan altos, tan cerca de las crestas rocosas, esas que abriéndose paso a través del verde, buscan el cielo. Pero creo que, sobretodo, es la paz, esta paz que se siente en la mañana tranquila, temprano, en medio de uno de estos valles nuestros. Muy abajo, en el fondo, la niebla se ha quedado reposando, mientras que en las alturas, los rayos  generan tal paleta de colores, que se te alegra el interior.

Solo la respiración acelerada del grupo rompe el silencio, eso, y los cantos de las aves, pero esos son la música de fondo perfecta para la escena.

-Este, también  ¡Que caprichoso!  Quiso dejarnos una carta, siempre intentando sorprendernos…le dice Bordex a Mogox mientras fuman un cigarro (Están locos). Este, recreándose con los conjuntos de casas y hórreos diseminados por las lomas verdes, comenta distraidamente, que podía haber dejado la carta un poco mas cerca.

Buldox, girando sobre sí mismo, admira encantado el panorama. – A esto, allá, le dicen cerrazón, nos dice con su exótico acento, y continua – Muy cerquita de caracas, tenemos un sitio parecido a este-. Después, con su palo de apoyo, trata de ejecutar uno de sus mejores “puts “ con algunas  cagarrutas, muy abundantes en estas alturas, en estos perfectos “greenes” que cabras y rebecos mantienen en perfecto estado. Amadox, muy feliz por encontrarse totalmente recuperado para acompañarnos en busca de la carta dice…-¿Quién te dice que no se inventó de esta manera el golf, eh?.

Sandex, acalorado y sudoroso, añora su caballo…-Bien me habría venido, reconoce, y si no podría haber traído a ” Roberto”, pero seguramente me reñiríais, sobre manera, La Bicha. – Pero…¿Quién es ese Roberto? ¿ Que ye otro caballo? Pregunta Amador.

No, Roberto, pero lo llaman Rober, Land Rober  contesta risueño. Mira  Amador, que robles tan enormes se ven allí abajo, justo donde empieza la niebla. Dicen que ciertos elementos contenidos por este árbol, son lo mejor para curtir el cuero en condiciones.

Serex  comenta pensamientos  mientras hace el meticuloso reconocimiento visual , como si deseara memorizar cada detalle para luego regalarnos una de sus  detalladas descripciones, y es que esos farallones rocosos,- inexpugnables, dice ahora Distrax, me hacen percibir en ellos algo mágico, una especie de grandeza, de fortaleza inviolable.-¿Ya arrancas, Maria? Se levanta deseosa por llegar, intentando espabilar al grupo y encontrar pronto la carta.

Varios caminos de tierra amarilla, nueva, rayan el paisaje alternándose con antiguas “caleyas” mil veces pateadas por la gente y el ganado, y siempre protegidas de las inclemencias por avellanos, castaños, robles e infinidad de arbustos y bardiales cargados de moras en verano.

Tardex despliega un croquis que dibujó mirando los mapas de la zona y Mercex, sentada a su lado, trata de interpretar todas las flechas y marcas que convierten el papel en un jeroglífico que solo Tardex entiende. Al mismo tiempo, nos dice:- ¿ Os dais cuenta como supo comunicarnos el interés por esa carta?, estimulando nuestra curiosidad con esos ardides que, bueno anda, no vamos a mencionar ahora…

-A mi, personalmente, me parece genial la idea de ponerla en ese buzón de cumbre, dice ahora Elegantex, situada un poco mas arriba e intentando distinguir la ruta que nos lleve a la cima, -pero qué difícil está siendo llegar a él-. Aprovecha su posición para hacernos una foto a todos desperdigados,  centrando después el objetivo en una pareja de quebrantahuesos que nos sobrevuelan muy por encima, recortándose en el cielo  –La verdad, que al mirarlos,- sueña Altezax -, sientes ganas de estar volando con ellos. Luego, sigue examinando entusiasmado una piedra que, efectivamente, parece contener una caracolina fosilizada. Se la guarda para siempre.

Alfonx está ahora un poco mas arriba. Con aire de explorador, mira a través de unos prismáticos hacia la cúspide que nos interesa, como si deseara recortar con ellos lo que queda de ascensión. En ese momento se gira a la derecha, pues de aquel lado vienen las voces de Jorgex, el cual ofreciendo su juventud ha realizado una  exploración por las alturas próximas y nos grita que  ya ha divisado el buzón cerca de aquí, junto a una cruz. Cuando calla, se oye su radio. Cerca de él varios asturcones, lo miran de reojo mientras rodean a sus crías intentando protegerlas de tan peligroso intruso. Bordex le da una voz-Jorge, sal de ahí que van a date una coz.

Nos vamos poniendo en marcha, sintiendo cerca la meta y la dichosa carta. Meg y Malalax, permanecen contemplando la vista un poco mas. Malala, bebe otro trago de agua y en su mirada se aprecia una especie de nostalgia, como si esto le evocara otro tiempo, otro lugar…Tere medita en alto sobre la similitud de nuestra empresa con cierto pasaje de la Odisea de Homero, donde Ulises debe trepar a lo alto de una isla volcánica.

A lo lejos se oyen cencerros, procedentes de un rebaño de vacas color canela, que diseminadas por toda aquella enorme ladera ofrecen una imagen capaz de suavizar la indignación de la bicha, que saliendo de entre los brezos, despotrica, eso si, con su amabilidad característica, sobre el echo de haberse encontrado allí mismo un maldito bote de Coca-cola.

Por fin, ya estamos aquí, ha sido mas duro de lo que pensábamos. Unos cuantos cuervos nos observan desde lejos, y se diría que nos expulsan con sus graznidos, tal vez con su desarollada inteligencia sean capaces de entender nuestra expresión de contrariedad, al ver que dentro del buzón solamente hay una pequeña nota dirigida a nosotros que dice asi: Quien ha relatado este escrito, tiene en su poder la carta.

 

 

                               CARTA A MIS COMPAÑEROS

 

 

Esta carta va dirigida a todos vosotros, compañeros de Salinas, pues habéis logrado que esto sea una muy agradable experiencia. Me resulta muy entretenido.

El que hayáis compartido trozos de vuestras mentes, y el que a través de los escritos  hayamos regalado parte de nosotros mismos, eso se lleva a cabo con pocas personas, y simplemente eso ya os hace muy especiales para mí

Todo grupo es dispar, pues de individuos distintos está formado, pero creyendo plenamente que escribís pensando en el taller os agradezco las muchas cosas que he aprendido de todos vosotros, individual y conjuntamente.

También gracias por haberme escuchado pacientemente y dejar  que ejerciera mi modesta afición ante personas tan ilustradas. En realidad, si no fuera por vosotras y vosotros no escribiría, serían solo ideas.

En fin, que os  quiero mogollón. Hasta pronto.

 

PD    Ese, ese debió ser quien discurrió la escritura, un tímido. A veces es mas fácil escribir un te quiero, que cantarlo, que decirlo…

 

Sábado 16 de julio

La mujer estaba sentada en un viejo y destartalado sofá al lado de la chimenea donde las últimas brasas del fuego alumbraban tenuemente la habitación. A su lado una mesa camilla de raídos faldones granates y encima de ésta, una foto y un almanaque de pie del año dos mil. Una luz azul que se escapa de una luna metafórica y lechosa se cuela por la ventana, solo cubierta por unos tenues visillos, e ilumina una foto en blanco y negro donde una pareja de novios se abraza al lado de un lago. La mirada sin brillo de la mujer pasa de la foto al almanaque, donde una fecha aparece rodeada por un círculo rojo, sábado dieciséis de julio. La fecha nos sitúa temporalmente en una estación del año, el verano y la foto, en un espacio, un lago de aguas plácidas y si, como en un juego,  buscáramos relacionar este tiempo y este espacio con la pareja de la foto, no podríamos sino pensar en una relación amorosa, quizá un amor de verano. Porque alguien a quién se abraza y se mira así, como hace la mujer con el hombre que está en la foto, no puede ser sólo un amigo, tiene que ser alguien más especial, alguien que ocupó instantes, momentos, etapas esenciales de una época de su vida, o la totalidad de esa vida. Y si vamos más allá y en una secuencia de acontecimientos que se nos antoja casi lógica, pensaremos en los tiempos felices que viviría la pareja de la foto, en la risa ingenua de los primeros momentos, en los encuentros y en los desencuentros, en las ilusiones ganadas y en las perdidas, en el incienso en el que se iría consumiendo lentamente su pasión, en el nacimiento del cariño como un sucedáneo… y también podríamos pensar ante la quietud y el ensimismamiento con que reposa su cuerpo en el sofá,  que en este momento el espíritu de la mujer se halla en armonía con su mente y que cada uno de los chakras de su cuerpo proyecta su energía al exterior para liberar su organismo y su alma.

            Pero a veces no hay nada más falso que la primera impresión con la que nuestros ojos contemplan la realidad, como si inconscientemente quisiéramos construir una escena que respondiera a nuestras expectativas. Y así si miramos más detenidamente, podemos observar la ausencia de ternura en los ojos de la mujer cuando mira la foto de los novios al lado del lago y que la belleza y la serenidad que un día pudo haber en su rostro, fueron robadas por una vida atormentada que luego talló sus facciones con estas arrugas secas y duras. Y cuando sus ojos se dirigen de nuevo a la fecha del almanaque, no hay ningún gesto optimista en su semblante, como pudiere ser una sonrisa para sugerirnos que tal fecha representara en su vida esa excelencia luminosa y colorista, semejante al arco iris si lo tuviéramos que expresar pictóricamente, que son los momentos más felices de nuestra existencia. Y también veremos que encima de la mesa camilla, al lado del almanaque y de la foto, hay un recorte de periódico gastado y amarillento, con fecha de sábado 16 de julio de mil novecientos sesenta donde aparece una noticia encabezada por el siguiente titular: “Espeluznante crimen pasional en la comarca. Una joven de veinte años asesina por celos a su novio. Mientras dormía le propinó veinte puñaladas que acabaron con su vida. Luego permaneció abrazada a su cuerpo durante tres días,  hasta que un vecino alarmado por los quejidos de hambre de los animales de la víctima,  se encontró con la dantesca escena”.

 

Xeres

MUÉRDAGO (homenaje a muchos)

                                                                  

 

 

Llegó al grupo como un amigo, o amiga. Enseguida quisiste intimar, portaba un enigma tan especial....

Al principio, te hacía sentir tan optimista....Recuerdo que, ya de aquella, pasabas la semana pensando obsesivamente en ella, o él, deseando que llegara el sábado.

Pronto supiste que las sensaciones que tenías tiraban de ti como un desbocado amor, un amor sin vuelta atrás.

Luego vino aquel maravilloso verano. Como disfrutaste enredada en Shidarta, en los chacras, viendo arder el incienso y el hachís.

Después, volviste.

Por aquel entonces, aún germinaba en ti la risa, siempre que estuviera él, o ella cerca.

Al fin, un día, notaste la ausencia de la ternura. Habías perdido la delicadeza con la vida, con los demás, incluso con aquella pequeña esperanza que en un despiste prendió en ti, y que rápidamente despediste. Dejaste de apreciar, de cuidar toda belleza.

Algo en tu interior estaba cambiando, muy adentro, profundamente, en el mismo espíritu.

Ya, solo con ella, o él, percibías la excelencia de tu "yo"

Y hoy, ni siquiera sientes el cariño de personas que a pesar de las heridas, te aman y te perdonan..., mientras tú le has regalado tu juventud a él, o ella.

Apoyada la espalda contra la humedad sucia de esa pared, buscas refugio tras un destartalado y mugriento sofá. Quien diría que en esta casa abandonada, y luego con el tiempo, sin tejado y derruida, , algún día vivió gente, personas que la caldearon con esa chimenea de la cual solo quedan unos pocos ladrillos ennegrecidos.

Este es hoy tu hogar. Notas escalofríos y después  calor ,sudores, deliras.

Ha dejado de llover, ¿Que mas da?, lo importante es que ella, o el ya está aquí

En una imagen surrealista, el arco iris enmarca el ritual. Solo un día te vi hacerlo. Me asombró tu serenidad, la frialdad que separaba ahora nuestros mundos, mientras convertías la fatal alquimia en un juego letal

Oh, ya estas aquí, gracias por venir. La luz es ahora tan resplandeciente...un bombeo mas.

El cielo, inmenso, nunca tan azul me pareció...otro bombeo mas.

Tontos, que sois tontos, venir conmigo...otro bombeo mas.

¿Cerraste tus ojos, o ellos solos se cerraron?

Una extraña sonrisa parece darle expresión a tu consumido rostro, a tu consumida vida. Quizá sea una última mueca de pena, de dolor.

Se ve al alma abandonar tu cuerpo y el brazo descolgado muestra el aguijón que dejó clavado él, o que importa, ella, la heroína, el caballo.

 

mogox 

LA CABAÑA

 

 

PALABRAS A UTILIZAR: amor, verano, ternura, sonrisa, chacras, incienso, serenidad, juego, excelencia, belleza, sábado, amigo, alma, optimista, risa, arco iris, luz, azul, cariño, espíritu, sofá y chimenea

 

 

 

LA CABAÑA

 

Ocurrió un sábado de verano, era un día azul, aunque unos nubarrones en el horizonte, hacían presagiar una posible tormenta vespertina. Decidió entonces encaminarse hacia la cabaña, en ella siempre se encontraba a gusto y se respiraba un ambiente de serenidad, amenizado por una música tibetana de chacras y aromatizada por el olor del incienso. Aquel día, una luz especial penetraba por el gran ventanal que había junto a la rústica y enorme chimenea y frente a ellos un amplio sofá. Seguramente no muy lejos ya había empezado la tormenta, porque a través del ventanal podía verse en la lejanía un magnífico arco iris, cuya belleza y excelencia, elevaban el espíritu, haciéndola sentirse optimista.

Parecía un juego irónico del destino, estar disfrutando de ese momento en aquel ambiente tan especial en el que aún le parecía estar escuchando la risa y sentir la ternura, del que había sido en principio su mejor amigo del alma en muchos momentos, para luego convertirse en lo que fue su gran amor. Sobre todo, cuando sabía y cada día era más consciente de que, el incidente ocurrido en aquel paso a nivel, indebidamente abierto, tan solo le había dejado ahora a él como ambiente, una fría losa de mármol que lo arroparía para la eternidad.

Entonces, una amarga sonrisa se dibujó en su rostro, recordando con cariño, los inolvidables momentos vividos en aquella cabaña, que nunca se volverían a repetir.

 

 

 

 

                                                      Sandex, 18 de Mayo de 2010

Palabras obligadas

 

                              PESCADORES

 

La barca, brevemente fondeada,

bramando por salir.

“Silencios” tu vientre firmado.

Pintura blanca, baúl maltrecho.

Pescador solitario, padre finado,

Pobre, festejado.

 

Partir solos, ¡tened el mar!

¡Salid!, entrar…

Siempre fuertes, tocáis tierra.

Bonanza, borrasca, borrachera.

Bruñendo pegajosa brea,

Bendita beata espera.

 

                        

 

 

                          VIEJOVEN

 

Antes blandías como D´artagnan,

Estilo fantástico, gran habilidad.

Inconsciente juventud,

lenta madurez.

Natural obstinación

por querer ratificar.

Sinuosa trayectoria, usualmente.

Verdadera yesca zalamera.

 

Ahora, besas con dulzura,

Enfermas fácilmente,

giras huyendo incapaz.

Juntas las manos,

necesitas orar.

Piensas que rezar

sanará tu usada vejez

y zarparas.                                                

 

mogox

TO BE ¿WATH?

 

 

“To be or not to be, that is de question.

Si, este tal vez sea el comienzo de uno de los monólogos más famosos, o al menos más conocido en su comienzo de los que se han escrito, pero supongo que como yo, habrá miles de personas que jamás hayan leído a Shakespeare y aunque hayamos visto Hamlet, o incluso, quienes lo hayan leído, creo que no recordarán su contenido. Como mucho, podrán captar que, el tema fundamental de este soliloquio, se basa en la duda permanente del príncipe Hamlet

De todas formas, lo que sí es cierto, es que ese comienzo da pie para  meditar y hacerse preguntas : ¿Ser qué?, ¿Qué no ser?.

Ser un “clásico ejecutivo” con el estatus social, sus compromisos, su nivel de vida, su tiempo cronometrado, su… Tantos sus…

No ser una persona “diferente” a lo que la sociedad establece, a la que señalan o, a la que tras su paso, siempre se escuchan algunas críticas, <<va siempre con una ropa inapropiada, fíjate que aspecto tiene, parece que no tuviese dinero, ¿sabes en qué trabaja? Hace cosas extrañas, ¡ es tan diferente ¡

¿Cuántas formas de ser o no ser se pueden dar en el ser humano?

Dubitativo como Hamlet, imperativo como ese alto ejecutivo. Indiferente como quien no acepta a rajatablas las normas que esta sociedad nos impone. Delincuente. “Normal”. Conformista. Luchador. Político corrupto. Trabajador abnegado que luego se convierte en bebedor empedernido, Maltratador…

         ¿Cuántas páginas podríamos llenar con estos pocos prototipos expuestos? ¿Cuántas preguntas podría hacerse a si mismo cada uno de estos personajes tal como se las hace Hamlet, en su “ to be or not to be”.

Por eso continuo preguntándome ¿Se qué? ¿Qué no ser?

 

 

                                               Sandex 5 de Mayo de 2010

EJERCICIO MIERCOLES 12 DE MAYO

La LLamada Marea Negra Optaba Por Quedarse. Reqería Ser Tratada Unicamente Vaciando Zonas. Algunos Botes, Controlaban De Esta Forma Grandes Habitats, Intentando Juntar La LLegada, Marcando Nuevos Objetivos, Para Que Recogiesen Sin Trabas, Un Vertido Zarandeado Al Baiben Caprichoso De Efluvios Flotantes Hechos Islotes.

El regreso

EL REGRESO:

 

 

Ya está aquí de nuevo. Como cada año regresa sin aliento, con su figura ágil y vaporosa, su color pálido por evitar encuentros  desagradables en su retornar. Pero ya está aquí por fin, para ocupar el sitio que le corresponde. Desde mi ventana contemplo su venida sin fallar, y su ausencia, dejando el espacio libre para volver de nuevo al año siguiente. Más tarde, cuando todo esté preparado, ella vendrá a su encuentro y permanecerá inamovible durante sesenta días. A partir de ese momento resurgirá la vida, y yo seré un espectador de esa maravilla que la naturaleza me ofrece. Observar el crecimiento y evolución de una especie que pronto no tendrá cabida  en este comprimido mundo. Su grandeza llena el espacio, su blancura resplandece como una estrella, y allá en lo alto del campanario, la imagen de la cigüeña, asemeja a una reina en su trono. Me siento afortunado por este regalo del que aun puedo disfrutar.

 

 

 

 

Carmela.

 

Fumar o no fumar

“Maldito el día que se me ocurrió semejante idea y encima voy y lo digo en voz alta. Todo por culpa de aquel catarro tan chungo con aquella tosedera que me ahogaba. Y ella venga a reñirme. Fue todo en un momento de debilidad y la verdad, es que después de un año, no pensé que se acordaría. Pero ahí la tengo, recordándomelo, con sus doce años y con esa cara de ángel que pone en los momentos que a ella le parecen trascendentes. Y lo peor es que va y me lo dice justo el día que voy a cumplir los cuarenta cinco años. Yo pensé que se le había olvidado porque en todo este tiempo ni la más mínima mención. Hasta la hora exacta que nací recordaba y así me lo soltó. ¡Hoy a las seis de la tarde cumplirás tu promesa! ¿O no mamá? ¡Porque hoy cumples cuarenta y cinco años! Quizá como desde que cumpliste los cuarenta ya no quieres celebrar tu cumpleaños, igual se te había olvidado….Así, ¡qué cómo me voy a negar con esa determinación que pone!, tan segura de que voy a cumplir la promesa que le hice. Porque luego, a ver como le digo yo que hay que ser consecuente y legal con lo que pensamos y sobre todo con lo que decimos. ¡Vamos!, ¡que los principios son los principios! y si yo no le doy ejemplo pensará que el mundo está construido sobre mentiras y que todo es una mierda… Aunque más tarde ella sola llegue a esa conclusión, que no sea por mi culpa, así que guapa,  disfruta de este placer maldito que te queda poco.  Una hora, me queda una hora, ¿cuántos cigarrillos me fumo yo normalmente en una hora? Pero claro, esta no es una situación normal. Es mi última hora como fumadora antes de pasar a la lista de las cuarentonas ex fumadoras. En fin, esta actitud tan negativa no es la adecuada, pensemos en la parte positiva. A ver…, cutis menos reseco, piel más luminosa, dedos menos amarillos, dentadura más blanca, subir las escaleras sin ahogarme, la pasta que me voy a ahorrar… ¡Aay! (Suspirando)  ¡Pero que rico me sabe este cigarro! ¿Y qué voy a hacer yo sin un cigarrillo cuando me ponga nerviosa? ¿Dónde meto las manos? Nada, que tendré que volver a comerme las uñas. ¿Y después del café? ¿Qué hago? ¿Me como un caramelo? Tendré que comprarme una boquilla de menta. Y cuando me vaya a tomar los vinitos de los viernes, con toda esa gente fumando ¿Cómo me voy a arreglar? Pues no se va y punto. Hasta que me pase el mono. Y ¿la tertulia de los jueves en casa de Olga con las colegas? Se reirán, por supuesto.  Ya estoy oyendo los comentarios… Otra más que claudicó, ahora dejarás de venir a casa de Olga porque te molestará el humo y no querrás tragarte el de los demás… Ten claro  que no te vamos a consentir que nos des esa tabarra de la vida sana y saludable… Siempre se empieza así, primero se deja de fumar, luego para beber sólo agua y al final dirás que nada de polvetes, que en estos tiempos se puede pillar de todo… ¡Tía que aburrida te vas a volver…!  ¡Pues las mando al cuerno y ya está!, que nunca acaban de madurar, y además por encima de las colegas está mi hija ¡por supuesto! Pero ¡si ya estoy otra vez con los pensamientos negativos! Positiva, hay que ser positiva. Me apuntaré al gimnasio y al club de montaña de mi compañera de trabajo, esa que vacila tanto de que a los cincuenta años sube picos de tres miles como yo las escaleras hasta el primero. ¿Qué hora es? Me quedan tres minutos. Justo para otro cigarro. Ahora si que es ya el último. Aspiraré hondo para que me llegue hasta los intestinos. ¡Qué gracia!, esto me recuerda a la Nochevieja con las campanadas de medianoche, pendiente de la memez esa del reloj, pero con la diferencia de que en vez de la Ana Obregón para desearme Feliz Año, aparecerá mi hija para recordarme los buenos propósitos de mi año número cuarenta y cinco. ¡Qué perra vida esta! (Apagando el cigarrillo en el cenicero mientras en el reloj dan las seis)”

 

Xeres  (mayo 2009)

La tía Luna

Papá está llorando. No veo su rostro pero sé que lo hace porque siento temblar  su mano sobre mi hombro. Lo que no sé es si llora por mamá o por  ti. A mí me pasa lo mismo. No sé si lloro por lo que hizo mamá o por que no te volveré a ver. No querían que viniera pero yo me empeñé. Dicen que soy demasiado joven para entender todo lo que sucedió pero yo lo supe desde el principio. Ya tengo catorce años y además  quería despedirme de ti.  Te marchaste unos meses antes de que yo naciera y no volviste hasta que yo cumplí los tres años. Un día oí cómo papá se lo contaba al tío Alberto, aunque había algunas cosas que no entendí. “Alberto, ha vuelto Luna.” “Pero ¿Cuántos años llevaba sin venir?” “Tres. Cuando Laura se quedó embarazada se marchó.” “¿Y tú? “ “Yo nunca la olvidé. “¿Y Laura? ¿Qué dice ella?”. “Nada, no dice nada. Y eso es lo malo.” Y así, durante años, llegabas con la primavera y te marchabas al inicio del verano. Cuando aparecías, el sol abandonaba la apatía del invierno y los brotes tiernos de las hojas comenzaban a salir. En casa nunca se hablaba de ti hasta que se acercaba la primavera y el abuelo, un buen día, decía: “Pronto vendrá Luna”. Papá sonreía y en sus ojos aparecían unas chispas de luz que no había antes y mamá, aunque tú eras su hermana, no sonreía nunca y durante unos días era como si se quedara sin palabras. Yo siempre le decía a papá que eras muy guapa, que me gustaban tus ojos verdes con esas motitas doradas y tus mejillas pecosas y ese hoyuelo que tenías en la barbilla. Y tu pelo, me gustaba mucho tu pelo porque al darle el sol tenía reflejos canela. Cuando te echabas en la tumbona, al atardecer, papá se sentaba a tu lado y yo veía como te miraba. No decía nada, sólo te miraba. Luego te levantabas y descalza, caminabas por la hierba del jardín. Un día papá me dijo que eras tan etérea que, al caminar, tus pies parecía que no tocaran el suelo. Y aquella tarde yo también te vi así, con tu vestido blanco y vaporoso que se pegaba a tu cuerpo cuando te movías. Nos dabas la espalda y tus pasos parecían dirigirse hacia el sol que se escondía en el horizonte y entonces tuve la sensación de que flotabas. Yo le contaba a papá como me gustaba tocar tu piel suave y cálida y cómo tú me enseñaste a pasar las yemas de mis dedos sobre el vello rubio de tus brazos. Y cuando le hablé de la mariposa que tenías tatuada al final de tu espalda me dijo que ya la conocía. Y yo pensé que te la había visto cuando te bañabas desnuda en el río. Una noche que no podía dormir escuché discutir a papá y a mamá. Mamá lloraba y gritaba. “¡Os vi!” “¡No lo niegues!” “¡Estabais abrazados al lado de la verja!” “¡Y luego os perdisteis por el bosque que va al río!”. Y papá no lo negaba. “Si, es cierto, pero tú lo quisiste así” “Yo no te engañé” “Cuando la conocí te dije que no podría olvidarla”.  A mamá no le gustaba que te bañaras desnuda en el río y decía que lo hacías para exhibirte pero tú le contestabas que esa era tu costumbre. Que donde vivías siempre hacía calor y que te bañabas al anochecer en las olas dormidas mientras las hogueras, encendidas en la arena, iluminaban la playa y los bosques de pinos retorcidos que colgaban de los acantilados. Ahora que mamá ya no está he colocado tus regalos en la estantería de mi habitación, la caracola, la peonza de madera, la bola del mundo, el bote de cristal con piedras de colores, la pluma de avestruz y el cuenco de barro. No te lo dije pero ella quería tirarlos y tuve que esconderlos. ¡Pobre mamá!, siempre tan triste… No está bien lo que hizo pero ahora sé que es terrible querer tanto y que no te quieran. ¡Se volvió loca! Hallaron tu cuerpo con la cabeza destrozada en el bosque que llega hasta el río, cerca del árbol donde te reunías con papá. Cuando fueron a buscar a mamá para decírselo, la encontraron sentada en la cama de su habitación, sucia de sangre y barro y con una enorme piedra ensangrentada en sus manos. Me dicen que no habla y que sus ojos son como un pozo en el que no se logra ver el fondo. Y tú ya no me contarás las historias de los pescadores que pintaban sus barcas de los mismos colores que sus casas, ni de sus mujeres, que por las mañanas reían y por las tardes se ponían tristes, mientras se asomaban al acantilado para ver el horizonte por donde deberían llegar sus maridos. Y tampoco conoceré tu casa blanca de postigos azules ni las mimosas amarillas que plantaste en el jardín. Como papá y yo sabíamos que te gustaban, trajimos un ramo para colocarlas encima de la tierra de tu tumba. Hoy el sol no está colgado de una nube. Está solo en un cielo muy azul. Tan solo como papá, como mamá, como tú y como yo.

 

Xeres

Monologo

Un monologo. Que complicado. Sin tema establecido. Un monologo. Es como pensar en voz alta sobre un tema. Pero, ¿Cómo decidir sobre que escribir? ¿Cuál puede ser el tema?

Estos días coincidieron varias cosas que me ayudaron. Ganó el atlético de Madrid la semifinal de la UEFA, el equipo que yo sigo desde hace años. No sé por qué. Como dice la propaganda del Atlético: “Papá, ¿Por qué somos del Atlético?” No tiene explicación, nos hace sufrir mucho, pero somos del Atlético. Quizás, por que jugué mucho futbol de muchacho con el Loyola, también de camisa roja y blanca. Pero eso solo no lo explica.

La otra cosa que me ayudó fue una película que me prestó Alfonzo “El secreto de sus ojos” donde uno de los  personajes, Sandoval, le explica al compañero donde buscar al asesino ayudado por un amigo hincha del Racing de Avellaneda. Que describe que el asesino no se puede apartar de su pasión: “el futbol” y es así como lo encuentran. Parece que la conclusión es: si uno es asesino mejor no ser hincha de un equipo de futbol. No, la conclusión es que a la pasión no puedes dejarla como se deja un objeto, no es una idea pasajera, es algo mucho más interno, con raíces profundas en el alma y en el corazón. Pero no solo se aplica al futbol.

La pasión es algo que mueve a mucha gente, que nos hace seguir un ideal, un sueño. Que nos hace dar un poco más, a pesar del cansancio, a pesar del desanimo. La pasión nos llama, nos obliga. Pero no sabemos por que. Esa pasión es irracional. Pero existe. No todos la sufrimos igual, algunos de carácter más apacible son capaces de controlarla, otros nos dejamos llevar por los caminos de la exaltación o la entrega de por vida a una causa, a un ideal: “Ata tu carro a una estrella y persigue un ideal” Eso es la pasión.

Cuando se sufre de esto, se ríe, se llora, se sueña, se planifica, se vuelve a soñar, se renueva día a día el sueño, demorado o atrasado por la realidad, se gana y se pierde pero el impulso se mantiene con las nuevas situaciones, nuevos análisis y nuevas constataciones, no importa se planifica de nuevo, y se sigue adelante. Dura mientras somos jóvenes, para algunos son pocos años, para otros más quijotescos y más soñadores dura muchos años la juventud. Pero llega un momento que la realidad gana. La vida real gana, a veces por goleada repentina. Es ineludible.

Y se produce un gran desencanto, una desilusión existencial, nos hacemos sarcásticos, damos respuestas irónicas, a veces con tonos de amargura, si no lo controlas te conviertes en un energúmeno fenomenal, si lo controlas o lo superas empiezas a reírte de la vida, de las cosas que ocurren, ya nada te sorprende, pero tu forma de responder a los estímulos muchas veces sorprende a tus paisanos, otras molesta porque no entienden cómo puedes pensar así. Como puedes no reaccionar como los demás…ellos no saben que lo hiciste durante muchos años, que tu vida ha sido un responder comprometido.

Solo encuentro una ventaja: ya jubilados de la pasión, podemos dormir tranquilo todas las noches. Porque tienes una sensación muy agradable: “valió la pena” hicimos un gran esfuerzo. Fuimos coherentes con lo que pensábamos… Ser coherente… Si, realmente eso ayuda.

Recuerdo una actividad en los talleres de formación de equipos donde varias preguntas buscaban que hicieras introspección para poder definir un rumbo, planificar tu vida,  que pudieras identificar lo que realmente querías conseguir con los años. Saber cuál es nuestra misión en este mundo. La forma de preguntarlo era: “¿Qué epitafio quieres que aparezca en la lápida de tu tumba?

Una pregunta difícil…

Bulldox

Motivos.

Desdobla tu corazón

Y analiza cada resquicio

¿Cuál fue mí pecado?

¿No compartir

la abulia de mi vacío…

Por no querer lo que quieres

¿me convierto en impío?

 

No comprendí que mi gesto

sería como un castigo…

¿Tan frágil es tu cariño

que solo una acción

se resume al olvido?

 

Gélido sopla el aire

fragmentando el aliento;

desandando el camino

de los años en silencio.

 

Querer sin condición

con el traje de la vida;

Puesto en cada ocasión

para sentir… ¡la caída!

 

Bordex:

EL PUENTE

 

 

EL PUENTE

 

Días, ¿que digo días? Semanas llevo esperando este momento, mentalizándome para ahora, no titubear.

Pero aquí de pie, apoyado con poco más que los talones en el borde del puente y con las punteras de mis botas asomadas al abismo, casi no me atrevo a mirar este enorme vacío que tengo delante. Todo el paisaje a mi alrededor forma parte de un gigantesco embudo que además, irremediablemente,  tiene que tragarme.

Estoy tan nervioso, que ni siquiera he oído el nombre del monitor. Mientras me ajusta el arnés y verifica por enésima vez las cuerdas,  pregunta que si es mi primer salto. No necesita respuesta.- En cuanto empieces a volar, tus sensaciones cambiaran, me dice al retirarse.

Ahora, ya solo depende de mí. Mía es la decisión de dar un paso adelante, un solo paso que convertirá tan estática situación en una caída vertiginosa, desconocida y por lo tanto, temida.

Intento concentrarme,( creo que no estoy preparado, es mas, creo que no voy a saltar), dice uno de mis dos “yo”. Miro a mis amigos, que desde más atrás, esperan expectantes mi salto.

Al ver que no me decido muestran una actitud de enfado, de indignación, diría yo. Soy el único que no lo ha hecho todavía, soy un “gallina”.

Vuelvo a mirar adelante, (si no salto ya, me harán la vida imposible esos cabritos), me dice el otro de mis “yo”. La verdad es que desde hace un rato ya no me preocupa una demostración de hombría.

 Por fin me atrevo, no a tirarme, si no a mirar abajo. En el fondo, muy lejos, se distingue el río que discurre royendo el cañón.

Tendré que engañarme a mi mismo, sorprender repentinamente a mi cerebro si quiero cumplir. Sé que si no lo hago, una parte de mi destino quedará primero en blanco y luego, será un pequeño borrón en el orgullo.

Le echo valor, vuelvo a mirar abajo. Unas cuantas personas disfrutan junto al  agua tomando el sol. Parecen hormiguillas desparramadas por la orilla, La altura es bestial. Reviso con la mirada las cuerdas, como buscando un último motivo que me convenza de lo segura que es esta actividad. Las veo desaparecer por debajo del puente, lo cual no me anima mucho, pero sé que están bien atadas al otro lado. Podría decir que me siento acongojado, pero lo que estoy es acojonado. Salta, hombre, salta de una vez, me digo ya enfadado conmigo mismo. Miro al frente, cojo aire.

 

PRIMER FINAL

 

Al estar  mi cerebro gobernado por distintas voluntades, una  de ellas, traicionando a las demás, me obliga a andar. Nada mas hacerlo, el terrible imán tira de mí, parece mentira que algo pueda arrastrarme tan fuerte sin tocarme, y cuando recupero mi presencia de espíritu, tengo el estómago en la garganta. Siento como atravieso el aire a gran velocidad, tanta que no puedo respirar. En cuanto empiezo a recomponerme me preparo para algún tipo de fuerte tirón. Pero este no llega, y la verdad es que me lo habían dicho, pero yo no lo tenía tan claro.

Al tensarse la cuerda desde el oro lado del puente, sin perder velocidad pero suavemente, comienza a sacarme de la endiablada caída vertical y la trayectoria describe ahora una amplia circunferencia que me obliga a pasar por debajo del enorme arco de piedra.

 El monitor tenía razón, esto ahora es una auténtica gozada, como un trapecio del circo

Desde arriba mis amigos me felicitan a voces y llegan a mis oídos algunos insultos que no por cariñosos resultan aptos para ser aquí escritos. Como si las paredes que rodean la escena aplaudieran un nuevo salto, me repiten  a través del eco esas felicitaciones,  poniéndole banda sonora a esta experiencia que ya estoy deseando repetir. Por cierto tengo que recomendárselo a mis compañeros del taller literario, incluso  la tía Conchi, con permiso de Dominique, tiene que venir a probar esto.

 

SEGUNDO FINAL

 

No soy capaz, no puedo. Nunca debí venir. ¿y ahora que hago? ¡Qué vergüenza!

De pronto, Fredo, uno de mis amigos me dice: Chus, Chus , no saltes, espera.

¡Vaya hombre!, ahora que iba a saltar, le digo.¿Qué pasa oh?

Está sonando tu móvil, ¿Qué hago?

¿El móvil? Cógelo, a ver quien coño es...

Es tu jefe, quiere hablar contigo, te lo acerco.

No me fastidies que me van a llamar ahora del trabajo..A ver, dámelo pacá..

. Diga..........Si soy yo,......hombre, dime Pablo.....Que tenemos avería, ¡no me jodas.!........... De acuerdo, voy para allá, dame una hora, ya te explicaré donde estoy ahora mismo.

No, no, tranquilo, que la cosa no es muy urgente. El mecanismo averiado aún lo están desmontando en la instalación, y será suficiente con ir luego, por la tarde.

¡Qué suerte!, nunca pensé que estar de guardia en mi trabajo me traería tanta repentina alegría

.Alejándome de mi negro destino me dispongo a quitarme los atalajes. Me tengo que ir ahora mismo a trabajar amigos, me ha dicho el jefe que es urgentísimo, que ya tenía que estar allí. Escucho comentarios para todos los gustos y me voy tan contento. Me salvó la campana. Nunca más.

 

TERCER FINAL

 

 

En ese momento, noto que un sudor frío, inapropiado para la temperatura ambiente, me corre por frente y cuello. Miro hacía abajo. Siento vértigo. Creo que no estoy bien. Me noto un poco mareado y débil, muy débil de repente. Asustado por mi estado, trato de girar para separarme del abismo, pero ya estoy grogui y no controlo los grados de giro que le doy a mi cuerpo. Cuando trato de dar un paso, una imaginaria nube de vapor se traga mi pie, mi pierna y todo mi cuerpo, caigo al vacío, y no puedo contaros más, pues he perdido el conocimiento.

 

mogox

El gesto.

EL GESTO

 

África. 1907.

 

El eminente paleontólogo Sir George W. Baxter observa con atención el extraño objeto que acaba de desenterrar. Tiene forma cilíndrica en su base y se va afilando progresivamente hasta una punta suave y redondeada. Lo limpia cuidadosamente desprendiendo los últimos restos de tierra. A simple vista no se parece a ningún otro utensilio prehistórico que haya conocido.

 

Se sienta en el suelo y desliza su dedo índice muy despacio por todo su borde  apreciando la extraordinaria fragilidad de sus formas y preguntándose sobre la utilidad del artefacto.

 

Descansa la vista en el horizonte mientras reflexiona, y, en un gesto involuntario, se lleva el objeto a la cabeza y lo desliza entre sus cabellos lentamente, primero una vez y luego otra y otra más. Un ligero escalofrío recorre su espalda. Cierra los ojos y repite el gesto de nuevo.

 

Hace 200.000 años otro hombre miró al horizonte, entornó sus párpados y realizó exactamente el mismo gesto que Sir George W. Baxter.

 

Orgullosos de su obra, sintió el mismo escalofrío.

 

Fonx

Las manos de Patti

Las manos de Patti

(Un concierto para los sentidos)

 

    Se contonea, suave y delicada, pero sigue siendo ella; o sea, esa poeta rebelde y beat, “¡Gloria!” Ha ampliado su cantera poética y en la atmósfera giran los caballos, pero también Lorca y Bolaño, que suenan un poco raros en inglés; pero nos lo tomamos como un homenaje…- Sorry for not speaking Spanish -, se excusa cortés. Ni falta que hace, porque la noche is for us.

    Patti mueve las manos, invitadora; las abre, ofrendosa; las pliega, llena. Y es que nos invita, nos ofrece mucho y se queda también con mucho de nosotros. Estira sus finos y estilizados dedos y, entre sus huecos, se escurre la música, sinuosa, que nos alcanza cálida y sensual.

    Recita y canta; y acaricia la guitarra de Tony; y escupe y bebe…y canta. Su voz no desgarra, no grita, pero arrastra, conserva intacta su fuerza primigenia, dueña de la hondura que los años le han otorgado.

    Patti Smith se muestra imponente, no acepta un “no” por respuesta; - Levántate y baila conmigo -, nos invita con sus manos. Nos levantamos y bailamos con ella, para ella. Y lamentamos no haberlo hecho antes.

    Afortunadamente no hay en La Laboral ninguna acomodadora inoportuna que lo impida (quizás porque somos multitud), y, si la hay, que hable con Patti, porque para ella “People have the power”

 

Bicha

(aunque no esté con vosotros en cuerpo, sí en alma)

CITA INCIERTA

CITA INCIERTA

 

DESCRIPCIÓN ESCENARIO PARA EL PRIMER ACTO

 

          Cuando se abre el telón, el escenario está totalmente oscuro. Se enciende una luz cenital a la izquierda e ilumina un hombre de pie que enciende un cigarrillo; en el proscenio.

Se enciende una segunda luz que ilumina una puerta al fondo del escenario, hacia la derecha, por la que entra una mujer que acciona la llave de la luz. En ese momento se ilumina todo el escenario y entonces podemos ver, en un plano algo adelantado, una mesa de comedor con seis sillas alrededor, todas tapadas con paños blancos. Hacia el fondo  a la izquierda, y sobre una alfombra plegada sobre si misma, dos butacas a ambos lados de una mesita, detrás de la cual se adivina una lámpara de pie, ya que igualmente todo está cubierto por paños blancos. En el proscenio del lateral derecho, otra puerta entreabierta, a través de la cual no se ve nada

 

ESCENA PRIMERA

 

(Irene, tras recorrer con la mirada la estancia, queda finalmente con su atención fija en Javier y con paso lento se acerca hacia él).

Irene.- Tengo que confesarte que, después de haber hablado contigo, me pregunté en más de una ocasión, si aún seguías conservando la llave. Ahora ya veo que sí.

Javier.- Nunca abandonó mi llavero. En más de una ocasión, en esos momentos extraños que a veces tenemos, estuve tentado de volver aquí.

I.- ¿Qué esperabas encontrar?

J.- Tal vez lo que nunca tuve, mejor dicho, lo que nunca tuvimos.

(Irene, se detiene antes de llegar a la altura de Javier, se dirige hacia las butacas y comienza a retirar los paños que las cubre).

I.- En realidad, creo que han tenido que pasar todos estos años, para saber lo que teníamos a nuestro alcance, para saber lo que perdimos…Iba a decir para siempre, pero esa palabra es demasiado inmensa, suena a eternidad y nunca fui capaz de lograr asimilar ese concepto…¡ETERNIDAD!.

J.- Si, tal vez sea una palabra demasiado inmensa como tú dices, pero en ocasiones, cuando los sentimientos se te agolpan en la mente girando como un inmenso remolino, es cuando te parece entender el significado de la eternidad. Cuando algo que te golpea y te atormenta incesantemente desde cualquier punto cardinal. Sencillamente, algo que no parece tener fin.

(Irene, sentándose en una butaca, después de haber retirado los paños de las butacas, la mesilla, la lámpara…y desdobla la alfombra).

I.- Supongo, que te habrás preguntado más de una vez, cual es el motivo de que me haya puesto en contacto contigo. De que, sin saber si mantenías esa llave, hubiésemos quedado aquí, sin apenas dejar entrever cual podría ser el motivo.

(Javier, se acerca a la mesilla, apaga el cigarrillo en un cenicero y se sienta en la otra butaca9.

J.-Efectivamente, han pasado por mi mente, todo un repertorio de causas, todas ellas válidas y la vez descabelladas, pero supongo que, entre todas ellas, alguna puede tener visos de lógica.

I.- Javier, Andrés me ha pedido que tuviese esta cita contigo. Al menos me lo ha sugerido

(La cara de Javier, se transforma; mil y una razones habían pasado efectivamente por su mente, pero por supuesto que aquella, nunca se le hubiese ocurrido).

J.- Explícate por favor.

I.- Mi relación con Andrés, nunca  se pareció a lo que hubo entre tú y yo. He aprendido a quererlo (aunque de otra manera totalmente distinta a como nos quisimos nosotros), a respetarlo; incluso a sentirme feliz en más de una ocasión a su lado. No voy a decir que llegué a olvidarte, o a echar de menos algunos de nuestros momentos más entrañables; pero aprendí a vivir de una manera diferente.

J.- Supongo que has tenido suerte; Andrés siempre fue una persona mucho más…Como te diría, más estable que yo, por decirlo de alguna manera; ese tipo de hombre, que a las mujeres les da esa confianza que en cierto modo necesitan, a la hora de establecer una relación estable, una familia. Aunque en esta  ocasión, vosotros no hayáis tenido hijos.

I.- Sí, él supuso para mí una estabilidad que en aquellos momentos necesitaba. Como supondrás, no fue todo un camino de rosas ni un comer perdices del cuento; pero, poco a poco, nos fuimos acomodando el uno al otro y mi vida se fue haciendo más sosegada; aprendí a disfrutar de cosas que entonces nos hubieran parecido ridículas y, de alguna manera, la desazón de nuestra separación se fue adormeciendo, como envolviéndose en esa niebla que a veces desciende de las cumbre escabrosas y llega al valle impregnándolo de quietud y tranquilidad.

J.- Me alegro de que haya sido así, pero todavía no me has aclarado nada sobre este encuentro. ¿Por qué Andrés te ha sugerido que te vieras conmigo?

(Irene retira su mirada de Javier, se gira en la butaca hacia el lado opuesto y con una voz serena, clara, atemperada; sin súplica ni dolor).

I.- Javier, Andrés se muere.

 

Se apagan las luces del escenario y el telón se cierra.

 

 

 

 

 

 

 

 

Acentos y ...

Acentos y ...

 ACENTOS Y PUNTOS…

 

 

Me puse a escribir un poema en un momento de inspiración. Mis dedos recorrían el teclado buscando aquellas palabras encerradas en mi mente cuando, al levantar la vista para comprobar el resultado de mi trabajo, ¡horror! En la pequeña pantalla solo pude encontrar puntos, comas, más puntos, acentos, más comas… aquello era una auténtica locura. Borré todo el contenido convencida de que algo había hecho mal y comencé de nuevo a teclear, asegurándome de que mis dedos pulsaran las letras correctas; pero no funcionaba; seguían las comas, puntos… etc. etc. Todo mi organismo se alteró bruscamente transpirando de una forma intensiva y desagradable.

Me levanté intentando controlar la adrenalina del momento, inspirando, respirando pausadamente (como me habían enseñado a hacer) cerré los ojos y continué en ese estado de relajación hasta sentir como la paz invadía mi interior. De nuevo volví para terminar con lo que había empezado. El folio estaba     en blanco y me convencí  de que todo había sido una ilusión óptica.

Comencé…allí estaban otra vez, parecían burlarse desde el otro lado. Pero  algo estaba distinto; a las comas y puntos, se habían incorporado los interrogantes, exclamaciones, comillas… todo ello formando un conjunto de notas musicales bailando a un ritmo desconocido para mí.

Con tranquilidad, traté de comprender  el fenómeno que estaba alterando mi trabajo.

Suprimí toda aquella amalgama extraña y confié en un resultado positivo.

Una voz grave sonó cerca de mi ¡despierta ya ¡ Tienes poco tiempo para hacer el trabajo encomendado ¡date prisa si quieres terminarlo para hoy!

¡No podía creerlo!-

 

 

 

Bordex-

El duelo (contiene 3 finales)

Brillaba el sol con todo su explendor y poder, el calor me ahogaba y axfisiaba, el sudor empezaba a caer por la frente, me sequé con un pañuelo que guardé en el bolsillo, estaba preparado.

Reza lo que sepas Maloon-dije.

Pudrete en el infierno Billy-respondió.

Final 1: Bang! la suerte me brindó su mejor cara, fuí más rápido y el duelo terminó como esperaba.

Final 2: Bang! me caí del sofá sobresaltado, me había dormido con la peli del oeste que daban esa tarde de domingo.

Final 3: Alejandro! tienes que fregar y luego haces la compra. Desde luego mi madre es única interrumpiendo en lo mejor de la peli.

Por: Alex (Altezax).