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Taller Literario de Salinas

perdon, pero me gusta el FÚTBOL

Perdón, pero me gusta el……………. FÚTBOL                                                                                                       

    

Un barrendero madrugador borra los restos de euforia. Hoy son amarillos y rojos.

Las callejas de la vieja ciudad recuperan la calma después de una noche reventada por la alegría, pólvora contenida que esperaba mecha hacía años.

Este verano mediterráneo golpea desde muy temprano y los primeros  ya desayunan, a la sombra, en las terrazas de los bares, se está muy bien.

En una mesa, un hombre con edad de abuelo mira atentamente un periódico. Lee la crónica del partido, campeones del mundo, está llorando, discretamente, pero no puede contener la emoción que con su artículo le transmite el igualmente emocionado periodista. Limpia sus lentes empañadas y vuelve a la lectura.

Tomo asiento un poco más allá, están regando la plaza y aún se está mejor. Mientras espero un café doble, hago lo propio con mi diario. Yo nunca compro un periódico deportivo. Hoy, lo he comprado, es más, he salido para comprarlo, y con intención de conservarlo.

A mi izquierda, una docena de personas comparten alegres una mesa grande,

Al cabo de unos minutos escuchando inevitablemente sus comentarios, ya sé que forman parte de la Corporación Municipal, el Ayuntamiento está a la vuelta de la esquina.

Hoy no se aprecian diferencias políticas, y como cualquier grupo de compañeros trabajadores en España, todos van a bloque. Ni siquiera las diferencias a muerte que se viven entre aficionados de distintos clubes durante la temporada de liga aparecen en ningún momento.

 Estos funcionarios, concretamente están discutiendo

entre bromas y croisans si proponer el nombre de “la roja” para alguna calle del pueblo.

Después del primer sorbo empiezo a leer. No es mi intención entrar en detalles meramente futbolísticos, pero si me gustaría reseñar que como en toda obra de arte, esos detalles fueron perfectos en esta ocasión.

Sin la perfección completa, el regocijo no llega al clímax. Ayer, llegamos al éxtasis…y muchos acabamos en la fuente haciendo el ganso, pero tan a gusto.

Lo siento por los no aficionados, pero creo que al mundo “serio” no le sobran ocasiones como para andar renunciando a sentimientos y emociones colectivas, y a pesar de “sus” sueldos, tan baratas a nivel individual. La gente quiere fiesta, y alguna, como esta, son únicas e irrepetibles, es la primera vez….

Todos saben que este deporte tiene algo de absurdo, que resulta desmedido el seguimiento que se realiza sobre 22 jugadores en pos de un balón…y miles de gilipollas mirando .Quizás la simpleza sea la base de su éxito en una sociedad tan “desarrollada”

Parece sencillo, tres palos, posiblemente una de las primeras estructuras fabricadas por nuestros ancestros, y algo que rueda y pasa entre ellos. Al margen de que meterla es un placer, y además no es fácil,(el gol es caro y lo caro se cotiza) está el hecho de utilizar los pies, un malabarismo circense sin las omnipresentes manos. Además, televisivamente, el fondo visual en todo momento es ese tranquilizante verde del césped. Esto no evita la aparición de la virilidad y a veces, la violencia, que no es propia del fútbol, lo es del ser humano.

 Si a mi vecinito de quince meses le pones una pelota cerca, trata de darle una patada, y sí, seguramente ya lo ha visto, pero comienza a darse cuenta de que sus piernas sirven para algo más que andar.

Siendo niño, nuestro juguete preferido, dentro de aquel elenco de tres, siempre era el balón. Unos años después de la posguerra, junto a nuestras viviendas  para obreros, aún no abundaban las pistas de tenis ni los campos de golf, además, nuestra talla tampoco nos permitía disfrutar mucho peleando por los rebotes del americano “basquet” y los Globe troters.

Lo que sobraban en nuestras ciudades y pueblos eran explanadas, polvorientos  e ilimitados campos sin urbanizar  o arenales y playas donde con cuatro piedras para las porterías, la ilusión infantil de abundantes hijos de familia numerosa y una mágica pelota más ó menos esférica te entretenías a diario, sin pilas, sin marcianitos, un simple y económico juguete “colectivo”, será malo…

Y es por eso, que en España, si un paisano tiene que devolverle un balón de baloncesto que se les ha escapado a los chavales en su partidillo, lo hará como quien lanza una piedra con la izquierda. En cambio, si la pelota es de fútbol, ¡Ay! Si es de fútbol. Todos trataran de darle ese efecto personal que desarrollaron a lo largo de su juventud, ese toque futbolero. Por eso este es un deporte tan popular. Pocos son los que no han dado unas patadas a un balón aquí o allá. Eso  ofrece la posibilidad de discutir los detalles, de saber de que se está hablando, al margen del nivel intelectual o social., identificarse con ello, y tener opinión, muy importante. Popularidad. En España la mayoría de las personas, sobre todo los hombres, siempre han entendido de fútbol, dicen ellos; Ahora también de Fórmula 1, ojo.

Vuelvo a Peñíscola. Ahora paseo por el mercado. Viene a ser como los de Asturias, pero con más calor y más razas. Huele a melón maduro y axila africana.( desde que empecé en el taller huelo más, ando por ahí como un perro)

En un puesto musical regentado por un fornido senegalés que lleva la camiseta con el nombre de Villa (manda h.) la cantante Sakira concluye cada cinco minutos diciendo que “esto es África”. Otros dos mandingos el la línea, portan bufandas de la selección española, bien ajustadas y acabo de ver que el termómetro de la farmacia marca 37º C.

Pocas cosas son tan universales como el fútbol, un conjunto de movimientos, de lenguaje corporal, una danza diría, que se baila en todos los lugares y para la que no necesitas manejar ningún idioma ó religión, al alcance de mudos, sordos e incluso, lisiados, gays y medio gays, hombres y mujeres, curas y rabinos, artistas y poetas, extraterrestres y galácticos. El fútbol como todos los deportes y todas las actividades físicas son una continuación del ser humano y de sus miembros, lo mismo que pensar o inventar, enseñar o aprender. Es humano desde tiempos de los mayas, en cuya época, era tal el honor de ganar, que los triunfadores en el partido eran sacrificados a los dioses. Yo personalmente, me quedo con el sistema de primas actual.

Sigo paseando a la vez que busco desesperadamente una cerveza…

Infinidad de ventanas y balcones lucen esta bandera a la que le han suprimido el color morado. Supongo que para ahorrar tinte. De hecho creo que pocas veces he visto lucir el trapo con tanta inocencia, sin que su lucimiento coloque a nadie en ninguna de las dos Españas.

Realezas (estos sueldos si que me molestan) y votados se suben al carro, siempre a toro pasado (con perdón, solo faltaba empezar ahora con los toros. Aprovecho: TOROS TORTURA)

Podría aportar muchos detalles más a favor y en contra del fútbol. Él está ahí, para quien lo quiera disfrutar y también, gratis, para quien lo quiera odiar.

OÉ OÉ OÉÉÉ

 

mogox

5 comentarios

Anónimo -

Como diría un Juvenal del S.XX "pan y futbol".

ELEGANTEX -

Sí, las vacaciones sientan bien a todos... pero yo no llego con tanto optimismo como tú... al mundo “serio” no le sobran ocasiones como para andar renunciando a sentimientos y emociones colectivas...??? no sé yo... ya hablamos... un saludo y bienvenido...

bordex -

Mira si te animas a venir el miércoles a la reunión. En el Cortijo a las acho

MOGOX -

HOLA CARMELA ¿QUE TAL? COMO VES, AHORA LE LLEGÓ EL MOMENTO DE ESCRIBIR TODAS ESAS REFLEXIONES PERSONALES SOBRE EL DISCUTIDO FÚTBOL... NOS VEREMOS.

bordex -

!Vaya, Mogo... por fin apareces!Y parece que las vacaciones te sentaron bien. Traes fuerza y eso es estupendo