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Taller Literario de Salinas

Patio interior de una ama de casa

Sentada en la cocina

en una luz jabonosa

de día de colada,

dos montones:

sus pensamientos y ropa sucia;

entre calcetines, bragas, y toallas,

van metiéndose

alguna que otra cavilación

de amargada. 

A ritmo de rumiante

la  bestia de esmalte blanco

lo engulle todo,

lo regurgita,

y lo vuelve a masticar.

Ahora,

colgados de las cuerdas

de un patio interior,

calcetines, bragas,  toallas

y pensamientos

ondean,

avergonzados y celosos,

ante la colada

mucho más blanca

de la vecina. 

 

 

1 comentario

Mercedes -

Me gusta la comparación entre la ropa sucia y los pensamientos...que como la ropa no salen tan limpios como deberían.