EL LEÑADOR Y EL ROBLE
Cubierto de mariposas
El árbol muerto
Florece
Kobayashi Issa
--Antes que el hombre fue el paisaje, gritó el árbol furioso.
Pero de nada sirvió; las risas del leñador ante tal ocurrencia, junto con los golpes secos de su hacha famélica mordiendo el tronco del roble centenario, se mezclaron en una extraña canción fúnebre que llenó todo el valle. Luego vinieron unos segundos de silencio… presintiendo una terrible desgracia los hombres levantaron la vista de sus azadas para mirar hacia el cielo. Demasiado tarde… el gigante verde acababa de caer y el llanto de sus miles de hojas anegó todo lo que allí, dicen, hubo un día. Dominique
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