La casa de Encarna
Hoy, mi compañera de taller “Encarna”, me invitó a tomar un chocolate en su hermoso chalet para hablar de todas las anécdotas ocurridas en los diferentes talleres a los que acudimos durante el invierno. Me parece una gran idea, porque desde luego tema si que hay, así que ni corta ni perezosa, preparo la bicicleta (está un poco lejos su casa) y me dispongo a pedalear un poco (aunque me duelen las piernas) pero merece la pena. Conocer su casa es una incógnita, ya que ella siempre alardea del caos establecido.
Bueno, al menos por fuera resulta todo un “poder”. Cuando ella sale con su media sonrisa y cara burlona a abrir la puerta, me pregunto que tramará, pero me hace pasar al salón (que, me imagino, porque no hay nada) lo mismo en las habitaciones, en la cocina… no hay baños… ¿Qué pasa? ¡Es una casa vacía! Todo está en su mente.
Bordex
3 comentarios
Anónimo -
Tardex (ya se quien soy). -
Muchas gracias tú también estas invitada a mi humilde morada. PD.Lo que más me gusta de mi casa es la bandera.
elegantex -