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Taller Literario de Salinas

Escribir

Escribir para que todo permanezca en el recuerdo.

Escribir para recorrer el camino de la gota de lluvia que se desliza por el cristal de la ventana hacia su final inevitable.

Escribir para contarte como se desparrama la luz sobre el páramo cuando amanece y cómo las catedrales se tornan rojizas y alargadas cuando cae el sol.

Escribir para soñar, para inventar, para mezclar lo imaginario con lo que no lo es, la realidad con la ficción, el gato con botas con Cristóbal Colón.

Escribir para que se quede en el papel el relato que pasando de boca en boca llegó hasta mí. La historia de aquella niña a la que un día en una guerra que fue nuestra, una bomba le destrozó la cabeza.

Escribir para describir el otoño en el bosque mientras sus colores ocres, amarillos pardos, marrones anaranjados viven en mis ojos hasta que el paisaje se convierte en palabras.

Escribir lo que yo pienso, lo que piensas tú, lo que piensan otros.

Escribir lo que me contaban mis abuelos, uno me hablaba de una guerra perdida y el otro de una guerra ganada; uno recordaba con nostalgia los culos de las mulatas cubanas, las soledades de la pampa argentina y las calles atestadas de gente de Nueva York, el otro me recitaba de memoria los nombres de casi todas las vacas que había tenido.

Escribir para que mis personajes queden libres y puedan reír, vivir, llorar y tal vez morir.

Escribir para recuperar la memoria de los pueblos sin gente, de las cocinas sin fuego y de las paredes frías. Escribir para que no se olviden esas historias de soledades y abandonos perdidas en los caminos tomados por la maleza.

Escribir para decirte cómo huelen las algas en la orilla del mar, cómo el humo de las chimeneas y escribir para que sepas que el olor del tomillo es de color naranja y el de la manzanilla es amarillo.

Escribir sobre el hijo de la mujer que un día se fue a la guerra y nunca más volvió, porque su madre además de una estatua para honrarlo necesita una historia que la reconforte.

Escribir lo que sintieron los que cogieron el tren y también escribir sobre los que lo perdieron y vieron como se alejaba desde el andén. 

Escribir lo que yo digo, lo que dices tú, lo que dicen otros.

Escribir para contar lo que sentí aquella noche de septiembre en la montaña, cuando las estrellas eran tan grandes y estaban tan cerca que casi podía tocarlas con la mano.

Escribir para narrar las vidas de los que nunca recibirán premios, ni verán su nombre en la esquina de una calle, ni les dedicarán una estatua, ni aparecerán nunca en los periódicos.

Escribir aquella frase que oí en el autobús, porque de ella saldrá un pequeño relato y de este pequeño relato puede salir un cuento largo y del cuento largo quizá una novela.

Escribir…  para que nada muera en el olvido.

 

Xeres

 

 

2 comentarios

elegantex -

"escribir para que sepas que el olor del tomillo es de color naranja y el de la manzanilla es amarillo"... puedes contar con mi memoria, aunque mala , para que todo tu relato y esta frase en particular "no muera en el olvido"...

MEX -

Muy hermoso. Casi, casi me convences.