RUN RUN
RUN RUN
¿Dónde está el mando? La voz cargada de un leve malhumor llega hasta Lola que se envuelve en la cálida manta. Sonríe. A la derecha, contesta y sube la sábana hasta la barbilla como si al abrigarse buscara refugio. Poco a poco el run run de la máquina suena con más intensidad. Con un movimiento inconsciente se acaricia los dedos, las manos. Ya no tienen grietas, ni se vuelven azules, casi morados. Run run sigue oyendo. Y se imagina la ropa que gira y gira en el redondo tambor. Sonríe. El río quedó lejos. Y el frío del invierno. Y la escarcha que cruje. Ya no necesita frotar y frotar sobre la vieja tabla de madera ni tiene problemas con el pastor cuando extiende sobre la hierba la ropa para que la blanqueen los rayos del sol. Vuelve a abrigarse en la cama. Dentro de un rato se levantará para hacer el café y el olor de la ropa recién lavada la recibirá al abrir la cocina. Mientras vuelve a escuchar el run run de la lavadora. Suena a canción.
MEG
4 comentarios
bordex -
!Ah! la lavadora.
Xeres -
elegantex -
Anónimo -