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Taller Literario de Salinas

Locura de verano ( adaptación de un trabajo anterior)

 

Cuando Kermele* llegó al Kerteje* encontró a sus demás compañeros de taller tendidos en un charco de sangre.

--¿Como es que no me habéis esperado? les reprochó cogiendo el último chipirón que quedaba en la bandeja y acercándose al charco…  ¡hacerme un sitio!

 

Unos días antes, después de uno de los talleres y de vuelta a casa en coche.

 

--Muy bueno tu texto

--Ya, pero… ¿no te parece que el de la semana pasada estuvo mejor?

--La verdad, aunque me mates no lo recuerdo para nada.

--Ah…

--¿Por qué este… ah…?

--Por nada… pero es que me extraña.

--¿Te extraña que no recuerde tu texto?... pero si no recuerdo ni el mió… ¿no te estarás tomando todo eso del taller demasiado en serio?

--Tal vez… pero si no es así entonces…

--Entonces ¿qué?

--Nada.

--Vale, lo que tu digas.

 

Unos segundos de silencio.

 

-¿Qué nos queda por hacer?

--Pues a mí casi nada… sólo me queda freír unas patatas.

--No, no me refiero a esto… me refiero a ¿qué nos queda por hacer que valga la pena, que podamos tomarnos en serio?

--Pues eso: freír unas patatas y cenar a gusto.

--¡Ba!

--Vale, de acuerdo, hablemos en serio.

 

Otro silencio

 

--¿Te acuerdas de Telma y Louise?

--Sí, claro…¿y?

--¿Te parece que nos estrellemos contra un árbol?

--Ellas se tiraban por un barranco.

--Ya, pero es que aquí hay más árboles que barrancos.

--Vale, pero tengo que fumar un último cigarrillo.

--Ni hablar, ya sabes lo de los fumadores pasivos.

--A  estas alturas no creo que tenga mucha importancia lo del tabaco… ¿no decías que nos íbamos a matar?

--¡Pero es que no tiene nada que ver matarnos con morirnos de un puto tumor¡… lo primero es algo muy serio, es adelantarse  al destino… jugarle una mala pasada.; lo otro es sencillamente morir.

 

Silencio…sólo se oye el ruido del motor del coche.

 

--Vaya susto que se van a llevar todos.

--Ya… menudo follón que se va a organizar en casa con lo del pésame… por cierto, deje las camas sin hacer.

--Y yo un montón de ropa sin planchar.

--Tampoco tenemos tanta prisa por estrellarnos,¿qué te parece si lo dejamos para mañana?.

--Sí… tienes razón, tampoco tenemos tanta prisa… además, creo que tendríamos que avisar a los demás… ¿no viste que andábamos todos deprimidos después de lo que dijo Elejendre* sobre el destino? tal vez algunos quieran unirse a nosotras.

--Ya, pero con la mierda de coche que tienes, lo del suicidio colectivo no va a ser posible.

--Tienes razón… de haberlo sabido compraba una furgoneta.

--Busquemos otro método.

--Sí… ¡la intoxicación!

--Buena idea…¿ setas? ¿carne con hormonas? ¿ pirobenceno de barbacoa?

--No, chipirones del Kerteje*… con esto bastara.

 

Una semana más tarde Kermele* tragando a toda prisa el último chipirón de la bandeja y acomodándose en el charco entre sus compañeros.

 

--¡Cómo sois! habíamos quedado para las 9h...

 

Parece que ninguno de sus compañeros  está  ya  en condición de poder contestarle sin embargo…

 

--Te equivocas Kermele, dije a las 8h...  pero ya sabes, como tú quieras, como tú quieras…murmura Deved*.

--Pues a ver ahora con quién hablo mientras este chipirón me hace efecto… creo que me dará tiempo fumarme un último cigarrillo.

Se incorpora ligeramente para ver donde está Elfense*… el hombre ya está más “pa’ ca que pa’ lla” …

--Menos mal,  que si no seguro que me pediría un pito…¡y con lo que cuestan!

 

(* hablando con la “e” para más discreción).   Dominique

 

 

 

 

 

 

4 comentarios

sigo sin saber quien soy -

bueno y divertido,lo que no se es lo que pensará Reben* el del certeje*.

Distrax -

Muy bueno, jaja

Mercedes -

Muy bueno. Y tiene moraleja pues siempre hay que tener cuidado con lo que se come...

Anónimo -

Ya lo dije, pero es igual !mu bueno"