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Taller Literario de Salinas

Las promesas hay que cumplirlas

“Maldito el día que se me ocurrió semejante idea y encima voy y lo digo en voz alta. Todo por culpa de aquel catarro tan chungo con aquella tosedera que me ahogaba. Y ella venga a reñirme. Fue todo en un momento de debilidad y la verdad es que después de un año no pensé que se acordaría. Pero ahí la tengo, recordándomelo, con sus doce años y con esa cara de ángel que pone en los momentos que a ella le parecen trascendentes. Y lo peor es que va y me lo dice justo el día que voy a cumplir los cuarenta cinco años. Yo pensé que se le había olvidado porque en todo este tiempo ni la más mínima mención. Hasta la hora exacta que nací recordaba y así me lo soltó. ¡Hoy a las seis de la tarde cumplirás tu promesa! ¿O no mamá? ¡Porque hoy cumples cuarenta y cinco años! Quizá como desde que cumpliste los cuarenta ya no quieres celebrar tu cumpleaños igual se te había olvidado .Así, ¡que como me voy a negar con esa determinación que pone!, tan segura de que voy a cumplir la promesa que le hice. Porque luego a ver como le digo yo que hay que ser consecuente y legal con lo que pensamos y sobre todo con lo que decimos. ¡Vamos!, ¡que los principios son los principios! y si yo no le doy ejemplo pensará que el mundo está construido sobre mentiras y que todo es una mierda… Aunque más tarde ella sola llegue a esa conclusión que no sea por mi culpa, así que guapa,  disfruta de este placer maldito que te queda poco.  Una hora, me queda una hora, ¿cuántos cigarrillos me fumo yo normalmente en una hora? Pero claro, esta no es una situación normal. Es mi última hora como fumadora antes de pasar a la lista de las cuarentonas ex fumadoras. En fin esta actitud tan negativa no es la adecuada, pensemos en la parte positiva. A ver…, cutis menos reseco, piel más luminosa, dedos menos amarillos, dentadura más blanca, subir las escaleras sin ahogarme, la pasta que me voy a ahorrar… ¡Aay! (Suspirando)  ¡Pero que rico me sabe este cigarro! ¿Y qué voy a hacer yo sin un cigarrillo cuando me ponga nerviosa? ¿Dónde meto las manos? Nada, que tendré que volver a comerme las uñas. ¿Y después del café? ¿Qué hago? ¿Me como un caramelo? Tendré que comprarme una boquilla de menta. Y cuando me vaya a tomar los vinitos de los viernes, con toda esa gente fumando ¿Cómo me voy a arreglar? Pues no se va y punto. Hasta que me pase el mono. Y ¿la tertulia de los jueves en casa de Olga con las colegas? Se reirán, por supuesto.  Ya estoy oyendo los comentarios… Otra más que claudicó, ahora dejarás de venir a casa de Olga porque te molestará el humo y no querrás tragarte el de los demás… Ten claro  que no te vamos a consentir que nos des esa tabarra de la vida sana y saludable… Siempre se empieza así, primero se deja de fumar, luego para beber sólo agua y al final dirás que nada de polvetes, que en estos tiempos se puede pillar de todo… ¡Tía que aburrida te vas a volver…!  ¡Pues las mando al cuerno y ya está!, que nunca acaban de madurar, y además por encima de las colegas está mi hija por supuesto. Pero ¡si ya estoy otra vez con los pensamientos negativos! Positiva, hay que ser positiva. Me apuntaré al gimnasio y al club de montaña de mi compañera de trabajo, esa que vacila tanto de que a los cincuenta años sube picos de tres miles como yo las escaleras hasta el primero. ¿Qué hora es? Me quedan tres minutos. Justo para otro cigarro. Ahora si que es ya el último. Aspiraré hondo para que me llegue hasta los intestinos. ¡Que gracia!, esto me recuerda a la Nochevieja con las campanadas de medianoche, pendiente de la memez esa del reloj, pero con la diferencia de que en vez de la Ana Obregón para desearme Feliz Año aparecerá mi hija para recordarme los buenos propósitos de mi año número cuarenta y cinco. ¡Qué perra vida esta! (Apagando el cigarrillo en el cenicero mientras en el reloj dan las seis)”

 

Mercedes

 

2 comentarios

dominique -

ser consecuente... quiza sea esto lo más dificil en la ya complicada aventura de querer educar a un niño....dialogo interior que parece escrito desde la sinceridad más absoluta... por eso llega..

carmela -

Prometí tantas vces el mismo estribillo, que ahora callo