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Taller Literario de Salinas

El cuaderno de historias alegres

      “ Soy Samer, tengo diez años y este es mi cuaderno de historias. Me lo dio mi maestra el último día que tuvimos escuela. Nos dijo que cuando tuviéramos miedo pensáramos en una historia alegre y que la escribiéramos en el cuaderno.

A mi me gusta mucho mi maestra. En la cabeza lleva pañuelos de colores alegres, se pinta los labios, tiene los ojos negros, muy grandes y se ríe mucho. Cuando yo sea mayor quiero ser como ella, pintarme los ojos y los labios, llevar pañuelos y túnicas de colores. No  como mi madre que siempre lleva pañuelos negros, su cara es tan pálida, tan ojerosa y siempre está tan triste. Yo creo que es porque dos tíos míos y un primo se murieron el año pasado. También porque mi papá pasa mucho tiempo fuera de casa y hace mucho tiempo que no le vemos. Cuando le preguntamos donde está se pone todavía más triste y no nos contesta, quizá porque tiene miedo de que también haya muerto como mis tíos y mi primo.

Hace tres días que tenemos que salir corriendo de nuestra casa para escondernos en el sótano. El primer día era de noche cuando empezaron a caer las bombas y casi no nos dio tiempo a llegar. Entonces vimos el cielo negro llenarse de luces de colores, parecían estrellas que estallaban y se deshacían en estrellas más pequeñas que caían sobre nosotros. A mi me apetecía quedarme a verlo porque pensé que cuando cayeran al suelo podría tocarlas y luego, cuando volviera a la escuela, se lo contaría a mis compañeros para que me tuvieran envidia por haber cogido una estrella.  Cuando me acuerdo de la escuela si me pongo un poco triste, y es que cuando volvemos después de los días de las bombas siempre falta algunos de mis compañeros, la última fue mi amiga Muayad.

Ahora estamos en el sótano y sentimos el ruido de las bombas cuando estallan. A veces caen cerca de aquí.  Entonces todo se llena de polvo, la gente empieza a toser, los ojos te pican, los niños lloran, sus madres gritan. Mi mamá está sentada en el suelo,  balanceándose hacia delante y hacia atrás mientras recita salmos del Corán. Mi hermano pequeño, Nayet, tiene mucho miedo y se agarra muy fuerte a mi mamá. Mi hermano mayor, Yibril, dice que cuando crezca un poco más se convertirá en un mártir y se inmolará por Alá, como hizo nuestro vecino Munir. Yo no entiendo muy bien lo que quiere decir pero no debe ser nada bueno porque mi mamá deja de rezar y llora, grita, llora, grita ………

Yo ya no tengo miedo, porque soy mayor y tengo mi cuaderno pero cuando era pequeña también me asustaba como mi hermano Nayet.          .

             Ahora voy a contar mi  historia alegre. Un día cuando mi amiga Muayad y yo estábamos en……… “

De repente un estruendo invadió el aire de Gaza, el cielo se llenó de luceros de colores y una estrella letal cayó sobre el sótano de Samer y su familia. Remolinos grises de humo y polvo borraron el pasado y el presente en aquel lugar.

Aquel anochecer en aquel paisaje desolado sólo quedaron escombros, el cuaderno sin historias alegres de Samer y el silencio de la muerte.

         

 

Este poema no es mío pero buscando información lo encontré y me gustó, así que lo dejo como complemento de lo anterior.

 

Han pasado veinte años, veinte eternidades...

Siento la sangre

Y las lágrimas como una llaga

vertidas por el mundo de la desgracia.

Suena en mis venas la campana de los muertos.

Oh, sumar mi lucha con la de los combatientes.

Tender mis manos y empuñar el destino.

Mi amor: ahogarme en lo hondo de mi sangre,

llevar el fardo del hombre,

y resucitar la vida,

pues mi muerte es una victoria.

 

(de la obra de Badr Chaker al Sayyab, 1926-1963, es un canto al retorno, al arraigo a la tierra de Palestina, que es para él, esposa y fuente...).

 

 

 

Mercedes

2 comentarios

dominique -

cualquier comentario sobraría... realmente conmovedor...

carmela -

precioso poema que llega...
y precioso relato