COSAS VEREDES
COSAS VEREDES
La bacinilla no estaba debajo de la cama. ¡Claro que no! Estaba en una vitrina, en el centro de una sala llena de estanterías donde, colocadas según el material había una colección impresionante. Pequeñas, para niños-niniorinales-, medianas, grandes. Se distinguían también por el material, de porcelana decorada con motivos florales o vegetales, con paisajes, con cortesanos propios del siglo XVIII, de diferentes colores, de metal… La que se destacaba en el centro era de tamaño mediano, con tapa, con flores y pájaros. Procedían de diversos lugares y épocas, chinos, árabes, europeos. Algunos, incluso se habían utilizado en barcos. Asombraba encontrarse con aquella colección en una pequeña ciudad castellana. Las necesidades humanas y la imaginación dan para mucho.
MEG
0 comentarios