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Taller Literario de Salinas

Apágame...

Apágame

(pero no del todo)

 

Se amaban con pasión y con ternura. Vivir era un sueño, felicidad permanente.

    Pero un día, de repente, sin previo aviso, llegó el desencanto, el desamor, el desencuentro -no sé si por este orden-…la muerte emocional.

La muerte emocional fue devastadora. Su mirada, antaño chispeante, vibrante, se volvió opaca, se apagó. Era el único indicio externo.

Su cuerpo existía, comía trabajaba, se relacionaba…pero él no estaba. Para no sufrir se sofrologizó, su alma se encogió y, de tanto menguar, se le murió, se murió.

 

Y aprendió a vivir sin alma.

 

    Pero un día, cuando por fin la agonía estaba a punto de terminar y matarle definitivamente, ocurrió: renació la relación en otra dimensión, volvió la luz.

 

Y, una vez más, reconoció que todo final puede ser un principio.

 

La Vox

 

2 comentarios

Anónimo -

-no sé si por este orden- me gusta esta reflexión en medio del relato... la frase que obliga al lector a permanecer los pies en la tierra aunque de alma y de encuentro en dimension misteriosa se trate...elegantex

Anónimo -

vale, trabajaste mucho, pero siempre vas con retraso! ponte al día, chiquilla!