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Taller Literario de Salinas

LA ESCAPADA

 

Marina era una hormiga muy independiente. Cada día, como sus hermanas salía al campo, recorría el sendero que habían construido y volvía cargada de comida hacia el hormiguero. De noche soñaba con el cielo azul, el sol, las flores de colores y las mariposas. Poco a poco comenzó a detestar el uniforme negro que llevaba. No entendía porqué no podía cantar como su amiga la cigarra que alegraba la vida a los demás insectos, o volar como sus hermanas las avispas, o las abejas, amigas de las flores y de los pájaros.

Un día de verano, muy temprano, casi al salir el sol, decidió escapar. Salió de la fila de hormigas obreras y se escondió detrás del tallo de una flor. Desde allí contempló cómo desaparecían a lo largo del camino y comenzó a trepar hacia los pétalos que le atraían con sus alegres colores. Cuando, después de muchos esfuerzos y gracias a sus seis patitas logró llegar, se asombró de los diferentes tonos rosados que cambiaban con la luz, de la suavidad de su tacto, de la dulzura de su olor.  ¡Qué bien se está aquí¡ Si mis hermanas los pudieran ver… Una mariposa se acercó agitando sus alas azules y doradas y la saludó. Sintió el calor del sol, sin el agobio de la carga diaria, y la tranquilidad de disfrutar del paso del tiempo sin prisas ni agobios.

Y pasaron las horas casi sin darse cuenta. Empezó a sentir hambre. El sol desapareció. La oscuridad de la noche fuera del hormiguero la asustó. ¿Sabría volver a casa? Sin embargo, no le importó demasiado. Las hormigas obreras sólo viven ocho días y ella lo sabía.

 

1 comentario

memedó -

¿por qué me será tan dificil recordar lo que sí Marina sabe? ¡tienes razón hormiguita la vida es corta!