A MÓVIL

Su profesión, había sido la de nómada, barrendero, vendedor de enciclopedias, artista, mimo, camarero, y hasta hace unos meses, estatua; los últimos cinco años, los había dedicado con gran esfuerzo a ser estatua, si, parece que no es una profesión, parece que es una forma más de sacar los cuartos a la gente sin hacer nada, y esa es la gran equivocación, pues el no hacer nada o lo que es lo mismo, estar quieto tiene su mérito, debes de vencer la vergüenza de estar expuesto a las miradas, risas y/o comentarios, las molestas moscas y otros insectos, el frío intenso que hiela los huesos, el calor abrasador que pone en peligro el trabajado maquillaje, los dolores de huesos y articulaciones consecuencia de la inacción, sufrir la sed y las ganas de realizar esas necesidades perentorias para evitar ajar el disfraz etc etc.
Para encima, ahora como suele ocurrir, cuatro payasos que simplemente se pintan la cara de blanco y se ponen una tela de raso encima, se plantan en todas las esquinas, con lo cual, la gente se cansa de tanta estatua, y los que tenemos talento, por mucha antigüedad conseguida, no nos sirve para cobrar trienios, y menos para gozar de preferencia a la hora de reservar el lugar.
Por ello, he tenido que dejar momentáneamente mi profesión, para llamar la atención y reivindicar cualquier tiempo pasado; esto si que es mucho más estimulante, y los inconvenientes se pueden minimizar: que tienes frío, corres, que tienes ganas de orinar, media vuelta y en una esquina, que una mosca volando, pues un manotazo, como todo el mundo, y a correr...sobretodo cuando aparece la
policia.
Tarama 28/07/2008
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