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Taller Literario de Salinas

El enfado del mar

Si la luna se fuera del cielo, ¿estaría el mar  tan enfadado? pregunta un niño a su padre mientras en la noche oscura contemplan desde el acantilado un mar embravecido y furioso. 

                No hijo, si la luna se fuera del cielo el mar no se enfadaría, se quedaría triste. El mar se enfada cuando le hacen daño  –contesta el padre-

                Y ¿por qué se quedaría triste el mar? – pregunta el niño—

                Porque al mar le gusta que la luna se refleje en sus aguas, para poder acariciarla y jugar con ella y mecerla en las olas como se acuna a los niños cuando son pequeños. También le gusta mirarla cuando está en el cielo y se pone redonda y plateada. En las noches de luna llena el agua del mar se llena de hilos de plata que caen de la luna.

                Y ¿quién le hace daño al mar?, ¿los peces?, ¿o serán los pájaros? – vuelve a preguntar el niño mientras coge la mano de su padre-

                No hijo, ni los peces ni los pájaros le hacen daño al mar. Los peces y los pájaros aman al mar. Los peces viven en él y como es su casa la cuidan y la miman. En los fondos marinos, los peces tienen montañas, bosques de corales y abismos que son como toboganes por donde se deslizan. Algunos pájaros, como las gaviotas que tú conoces, cogen su comida del mar, se balancean en las olas y se dejan mecer por la brisa marina. Y a todos los pájaros, cuando viajan de un lugar a otro les gusta ver el mar y aunque vuelen muy alto les llega su olor y su sonido.

                Papá ¿cómo huele el mar?

                El mar huele a sal, a algas y a los mejillones que están en las rocas.

                Y ¿cómo suena?

                El mar compone música. Pero es una música tan especial que no todos saben escucharla. Pero yo te voy a decir como debes hacerlo. Si estás en silencio y afinas el oído, escucharás como el mar se cuela entre las grutas del acantilado, oirás el sonido de las piedras de la playa cuando el oleaje las mueve con su vaivén y la cadencia de las olas que rompen al llegar a la orilla de la playa. También, cuando llueve, las gotas de lluvia que caen al agua del mar forman una melodía y así irás descubriendo,  si estás atento,  mucha más música.

                Escuchando las palabras de su padre al niño se le iba dibujando una gran sonrisa, pero de repente su rostro se tornó sombrío y volvió a preguntar:     

                Entonces ¿quién es el que le hace daño al mar?

                El hombre. Es el hombre el que le hace daño. Y hay muchas formas de hacerle sufrir. Cuando eso pasa,  el mar se enfada y a veces con su enfado hace cosas terribles. ¿Te acuerdas de aquellas olas tan grandes que hicieron desaparecer un pueblo entero que estaba al lado del mar? – le pregunta el padre a su hijo-

                Si papá, me acuerdo, lo vimos en la tele y las olas tan grandes me dieron mucho miedo. –responde el niño asustado y apretando con fuerza la mano de su padre-  

                El niño vivía al lado del mar y una mañana,  cuando se levantó y miró por la ventana sólo vio una inmensa mancha negra que se perdía en el horizonte. Corrió asustado hasta la playa y allí pudo contemplar como aquella masa negra y viscosa cubría las rocas al pie del acantilado y llegaba con la marea hasta la mitad del arenal. Algunos pájaros, cegados por aquella sustancia pegajosa daban tumbos, otros aleteaban desesperados por desprenderse de ella. Y la mayoría yacían muertos. El mar, abatido y resignado, dejaba que olas mohínas y pesadas rompieran en la orilla y depositaran en ella peces muertos o agónicos.  Todo era negro, el mar, las olas, las piedras,  los pájaros, los peces,  las rocas… Y el corazón del niño también se quedó negro y supo que el mar se enfadaría muchísimo y que algún día, los hombres, serían castigados por aquello.

 

Xeres

2 comentarios

elegantex -

"El mar, abatido y resignado, dejaba que olas mohínas y pesadas rompieran en la orilla"... no sé si lo que has escrito es más relato que cuadro o al reves... eres una Nikon y de las buenas...

bulldox -

a partir de hoy disfrutare mucho mas del mar. Gracias, de su olor, de su sonido, de su musica.