El bosque
--¡Perdido en medio de un bosque sin GPS y en una noche sin luna! pensó mientras intentaba analizar todas las opciones que se abrían ante él.
-- Se acabaron los tanteos, cada paso que vaya a dar tiene que ser fruto de la lógica, asi es que, si aquí tengo un 4 no puede haber otro ahí, lo que me deja la vía despejada para un 2 que me llevará hasta este otro 2…
Era como pulgarcito dejando miguitas numéricas en su camino, y así, poco a poco, la luna salió de detrás de las nubes delatando un claro de bosque con su arroyo. Estaba salvado; sólo le bastaba seguir el hilo de aquellas aguas.
Las cifras ahora alineadas y quietas del sudoku nivel 8 habían perdido su aspecto amenazador como sucede con los árboles del bosque después del vendaval. El experto en sudoku podía dormirse sereno; una vez más había dado con la lógica del caos.
Dominique
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